jueves, 27 de noviembre de 2014

Me quedo aquí.

Querida amada:

No dejo de pensar en los errores cometidos en éste amor, te soy sincero. 
Antes que nada te pido una disculpa por todas aquellas veces que te hice mal, por todas las veces que no hice lo suficiente, por esas veces que te hice derramar esas lágrimas que no merezco. Juro que nunca fue mi intención.

No hay cosa en éste mundo que me importe más que tú, te lo demostré en variadas ocasiones. Eres lo que más quiero. Te agradezco todos los momentos vividos y los que no. Todas las ocasiones que estuviste aquí, para mi. Todos los días en los que nunca me sentí solo, te tenía a ti. Todo éste pedacito de vida que me permitiste vivir a tu lado. Simplemente todo. 

Jamás había conocido persona como tú, tan llena de alegría y amor, tan sincera y amable. Dudo mucho que exista ser igual a ti, tan espectacular. Te admiro por el alma que tienes, que te hace libre, sonriente y firme en sus convicciones. Por favor, no dejes que nada ni nadie mueva tu maravillosa esencia. 

Te amo, y lo hago con tanta intensidad que dejaré que seas feliz, sin importar si tu felicidad no incluye un futuro conmigo. Quiero verte feliz, triunfar, cumplir tus ambiciosos sueños. No será fácil amada mía, pero sé que podrás lograrlo. Te amo con las fuerzas que me están faltando para mostrarte éstas líneas que expresan mi profundo sentir. 

Me quedo aquí, quiero que seas feliz, como siempre lo has sido. Esperaré, no sé cuánto tiempo tu regreso, no puedo asegurarte que será para siempre. Pero aquí estaré siempre que me necesites. 

Estoy seguro que dimos lo mejor de ambos y todo éste tiempo fue hermoso, tal vez hubieron muchos factores que nos hicieron mal; no quiero buscar causas porque ya no es tiempo para hacerlo, las cosas son tales como las estamos viviendo.

Es éste inmenso amor el mismo que te deja ir, no puedo aferrarme a algo que quizá no puede ser. No lo sé. Por mi parte aún estoy dispuesto a intentarlo todo. Pero mi amor por ti puede más que otra cosa y es ese amor el que no quiere incomodarte más, te amaré en silencio. Es momento de decirte que anhelo verte con esa sonrisa sincera que tu rostro siempre me dibujó. Confío que serás la mejor arqueóloga e historiadora que dará un cambio a todo ésto. Siempre te desearé lo mejor.