miércoles, 18 de julio de 2012

La verdadera imaginación.

La imaginación siempre nos hace volar a mundo extraordinarios que ni la mente misma puede comprender en ciertas ocasiones. Aún así, es maravilloso hacerlo porque sólo así podemos encontrar una felicidad sublime, la cual podemos desarrollar si así lo deseamos. Continua ese efímero sueño del cual nos cuesta trabajo despertar, porque siempre será lo mismo. Una realidad subversiva, que nos atrapa con sus encantos y nos hace sentir cosas indescriptibles.


Hay veces en las que la imaginación nos transporta a lugares que, puede hayamos estado antes, pero a pesar de eso nos resulta increíble. Tanto que podemos llegar a perdernos y llegar ciertos conflictos emocionales que nadie podrá ayudar a resolver. Cuando logramos solucionar aquellos problemas es cuando más nos damos cuenta que hemos cambiado el panorama del día a día.

Es ahí cuando descubres que tus sueños se han hecho realidad, todo ésto mientras nosotros librábamos una intensa batalla interna, llegó una gloriosa ayuda que sinceramente no esperábamos recibir. Hizo su arribo sin avisar y sin contratiempos, justo al momento que era necesario. Me refiero a una persona que hizo posible convertir una simple idea en una completa verdad. No te diste cuenta, pero poco a poco, con una mano amiga te pudo socorrer para ir subiendo y salir de la fosa de cosas negativas en la que te encontrabas.


Conforme caminan juntos, se va creando un lazo que se está reforzando constantemente con esa magia que los dos crean al estar unidos. Ninguno de los dos se da cuenta hasta que de repente tienen que separar momentáneamente sus caminos y ambos se sienten un poco raros, piensan que están enfermos. Pero no, es un vacío existencial el que los aqueja, como si una parte que los forma se hubiera esfumado de la nada. Aún no comprenden la gravedad del asunto, y en efecto. Es mucho más grande de lo que puedan imaginar. Porque aquí la imaginación queda fuera de límite, del alcance de nuestras mentes.


Al estar de nuevo en compañía del otro, sienten algo nuevo, pero que acompleta lo que les había sido arrebatado. Y continúan las especulaciones internas sobre qué será aquello que los hace cambiar de un día para otro. Es imposible de explicar esa sensación pero empiezas a darte cuenta que esa persona es por la cual tú te sientes así, sonará raro y un poco trillado pero es la verdad. Es el amor el que te hace estar de esa manera. Así es como el amor se mete a tu cabeza y a tu corazón, sin darte cuenta, sin avisos, sin tapujos, sin miedos.


Jamás ha sido fácil enfrentarse a él, pero te ves soñado ahora con esa persona, no puedes imaginar otro mundo sin ella, dolerá decirlo quizás por orgullo. Pero te has enamorado, y tal vez la otra persona de ti igual lo hizo, esa es la cuestión. La incertidumbre por saber que piensa, que siente, que quiere la otra persona es horrible. Antes que nada deberías preguntarte si es eso en verdad lo que deseas, porque hay veces en las que actuamos por impulso y no por razón. Las dos formas son válidas, siempre y cuando una esté equilibrada con la otra, ya que de otro modo pueden salir resultados catastróficos.


Después de un largo tiempo, decides actuar. Expresar lo que sientes por esa persona, la misma que te hace sentir que vuelas mientras sueñas, la misma que te hace pensar las cosas más bellas que puedan haber en éste singular mundo que los hizo encontrarse. Lo haces, no sin antes planearlo, pero en el momento de hacerlo, se olvida todo lo que habías pensado. Es ahí cuando tu mente se desconecta de tu boca y es tu corazón quien toma la batuta de tus palabras. Es que no hay palabras más bellas que las que expresa un corazón sincero y lleno de amor. A parte de todo lo que te hace sentir, su compañía es lo más agradable que puedas tener. Tal vez no encuentres las palabras adecuadas pero si las necesarias para poder decirle cuanto la quieres. Y las demás cosas que te hace sentir cuando estás a su lado y que además de todo te gustaría compartir más momentos y más bellos a su lado.


Pasarán miles de cosas después de eso, jamás lo sabrás sino actúas a tiempo. Esa flor que tanto tardó en abrir puede marchitarse más rápido de lo que imaginas, así que no lo pienses más y hazlo. Antes que sea demasiado tarde. Finalmente el destino lo creamos nosotros y nadie más, podemos hacer cambiar la realidad con tan sólo tener el deseo de hacerlo. O tal vez esa persona tenga el poder de hacer cambiar tu panorama a cosas que ni la imaginación pueda entender.

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