miércoles, 29 de agosto de 2012

Díganle.

Sentimientos como siempre son los que nos hacen estar aquí. Sin que exista otro motivo en especial más que expresar eso que tenemos guardado muy dentro de nuestro ser, pero que por miedo no lo decimos. Puede que algunos lo llame 'cobardía' pero lo que ellos no saben es como nos sentimos realmente, por lo cual se respeta su opinión y en algunos casos se asume.

Motivos, varios hay. Sentimientos sólo uno. El único que viene acompañándonos todas nuestras vidas, el mismo que nos hace pasar ratos de felicidad y tristeza. Que es necesario y a veces esencial para sentir aquella adrenalina y felicidad que se nos puede brindar, para olvidarnos de todo nuestro entorno por un momento y pensar que nada nos hace invencibles, nada nos puede hacer caer, nada nos derrotará. Ocasiones en las que obviamente estamos felices por una linda razón.

Cómo ya dije, no es necesario pero llega un momento en la vida cotidiana en el que se vuelve esencial, se lo debemos a que, necesitamos compañía de alguien que tenga los mismos sentimientos por ti. Aunque el proceso que conlleva a formalizar una 'relación' es variado dependiendo de ambas partes. Claro está que de igual manera, existe la posibilidad de cualquier tipo de reacciones pero que al final -o casi siempre- son las mismas.

A todos nos ha pasado, nos pasó y nos pasará que hemos caído rendidos ante una persona que jamás pensamos que pudiera ser, pero lo es. Aquella persona la cual es maravillosa en todos los aspectos, porque conforme pasa el tiempo, pasa su interacción y ese bello proceso de conocimiento una de la otra. Así transcurre mucho, para darse cuenta que es ESA persona con quien quieres compartir los mejores momentos de tu vida. Cuando racionalizas es ahí, cuando la verdad recae sobre ti, así es, como lo habías jurado. Esa persona te trae de un ala, quieras o no, es la verdad.

Aunque suene duro, ahí continúas porque no existe otra cosa en el mundo que hasta ahora conoces que te pueda hacer pasar grandes momentos. Porque no sólo es eso, a lo largo del tiempo que se han conocido, han escrito una corta pero muy bella historia la cual quieres continuar escribiendo aún así eso implique terminar montones y montones de hojas las cuales se quedarán guardadas en ti por siempre.

Y es que esa persona te hace volar. Tú tratas de hacer lo mismo con ella hasta el cansancio para que exista eso que todos llaman 'reciprocidad', no te das por vencido, porque esa es tu convicción y quieres verla realizarse, cueste lo que cueste. Resulta muy duro hacerlo, pero llega un momento en el que te puedes cansar, porque no ves frutos de todo el esfuerzo que has dado, decides comenzar a empacar todo para retirarte y guardar todo lo vivido en una caja que tiene adentro los mejores momentos con esa persona. Es cuando decides retirarte, que la otra persona siente lo mismo, pero no hay algo por parte de ambos. A pesar que expresaste lo sentido hacia ella de una forma poco convencional pero que ella pudo entender a la perfección.

Es así como continua, pero tu no puedes hacer nada. Lo que tenías en tus manos lo hiciste y no hay más que se pueda hacer, pero no tienes una positiva o negativa por parte de la otra. Debes continuar, de eso no hay duda. No se puede estar en una situación así, por más que duela es lo correcto. Y todo esto se redacta porque aún sigues ahí pero no por mucho tiempo porque sientes que tienes que irte lentamente. Y cada que pasa el tiempo, decides que ya no puedes seguir así. Aquí estarás todavía pero no por mucho más porque se puede agotar todo el tiempo.

La quiero y mucho, pero debo continuar. Aquí estaré no sé por cuanto, pero cada vez más será menos lo que permanezca así.


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