sábado, 7 de enero de 2012

Que será que te gusta tanto el mar.

Amor, ¿Te encuentras bien? No me has querido dirigir la palabra desde aquella noche en la que salimos a cenar. Esa vez que te deje en la puerta de tu casa te has comportado un tanto extrañan conmigo. No sé que habré hecho, pero me duele mucho que estés así conmigo. Mucho tiempo que no estábamos así, todo iba a la perfección hasta que ésto ocurrió. En serio si algo hice mal, no dudes en hacerme lo saber, en verdad no puedo más con ésto.


Ya van 2 semanas que transcurrieron desde lo ocurrido, te has limitado a sólo hablarme para lo indispensable, no más. Cada que suena el teléfono me recuerda a ti queriendo decirme cual fue mi error. Quisiera solucionar eso, arreglar todo y volver a la normalidad. Pero no se que pase contigo, tú eres la del problema que no le quiere buscar una adecuada solución.


Tus amigas no quieren decirme que suceda, lo sé porque sólo dicen que no tienes algo que te haga cambiar como lo he descrito. Yo sé en el fondo que algo hice mal aunque no se con exactitud que fue, quizás amarte y entregarme a ti como lo he hecho hasta ahora, puede que haya sido eso. Quiero pensar que no estabas preparada para algo así, no lo sé. Solo quiero que seas la misma niña de quién sus ojos cálidos yo quede perdidamente enamorado.


De la academia de música no sales, has quedado más tiempo de lo habitual practicando con tu violín. Empiezo a creer que te alejas cada vez más de mi, y la verdad no creo que sea porque ensayas con la orquesta. ¿Que será lo que tocan ahí? Nunca me has invitado a verte en un concierto que lleguen a ofrecer, mucho menos me he enterado de uno. Finges estar bien pero algo pasa a tu alrededor. Sólo quiero ayudarte.


No soporto más, te envío cartas para decirte que te espero en la playa en la que nos conocimos, cada día. Nunca asistes, pero llevo la firme esperanza de que algún día ahí estarás y me dirás que fue lo que ha pasado. Compro tus flores preferidas, mi madre ya se harto que diario lleve las flores que nunca te he podido entregar, porque no vas. A mi no me interesa lo que digan los demás, yo te amo y nada ni nadie me hará cambiar de parecer.


Llegó el día en el que decidí no ir a la playa. Sé que ese día tu te habías animado a ir, no me encontraste y lo primero que pensaste fue adentrarte en el mar, como aquella vez que nos lanzamos a nadar sin que nada importase en ese momento más que tú y yo. Aquel día me arrepentí y salí corriendo a buscarte entre la arena y el mar.


Hasta que te vi salir caminando mientras una ola rosaba suavemente la planta de tus pies, corrí hasta dónde estabas y lo único que pude decirte fue "Estuve esperándote todo éste tiempo, te amo tanto como tu amas el mar". Nos abrazamos y fue ese momento en el que empezaste a llorar y a decirme que no me querías decir el día de la cena pero te que ibas a vivir a otra ciudad, pero no querías decirmelo por miedo a perderme. Al final no ocurrió y estabas feliz de que no pasara porque así estaríamos juntos. No dijiste más, tomaste mi mano y me llevaste al mar de nuevo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario